Tras la muerte de un veterinario en Lugo, mientras realizaba el saneamiento ganadero, Carlos Folgar, veterinario y tesorero de la Asociación de Veterinarios Funcionarios de Galicia (Asvef), señala “La sociedad no sabe que la veterinaria es una profesión de riesgo”.
A las 10 de la mañana del 28.05.2020 una llamada alertó los servicios de emergencia del 112 ,cuando les comunicaron que un veterinario en el municipio de As Nogais, en la provincia de Lugo, había sido golpeado por una vaca y comenzaba a sentirse indispuesto. Un helicóptero medicalizado del 061 fué enviado a la zona, aunque finalmente los sanitarios que atendieron al hombre no pudieron hacer nada más que certificar su muerte. El fallecido era un trabajador de Tragsa, empresa encargada de realizar los saneamientos ganaderos en numerosas comunidades españolas.
Folgar señala, que el veterinario en la intervención con animales puede en ocasiones quedar expuesto a patadas por parte de los animales, acorralamientos por parte de los animales durante situaciones de estrés, o debido a una mala sujeción. Pero los veterinarios no solo están expuestos a golpes o agentes físico sino también a como de agentes infecciosos (zoonosis). “¿Quién no conoce un veterinario que tenga más de 60 o 70 años que no haya tenido brucelosis y sus secuelas?” señala Folgar. Explica que este tipo de riesgos a los que se enfrentan los veterinarios son poco reconocidos, tanto por la sociedad como por las administraciones, ya que, al menos en el caso de los veterinarios funcionarios no existe un complemento salarial por peligrosidad.