Los hechos se remontan a junio de 2021, cuando una veterinaria realizando campañas de saneamiento ganadero en una explotación de Lugo, sufrió un grave incidente al ser embestida por un res que le provocó graves lesiones. En el juicio posterior se determinó que la responsabilidad recaía no sobre la trabajadora, sino sobre la empresa pública Tragsatec que la contrató.
El tribunal de Audiencia Provincial de Santiago de Compostela confirmó la sanción impuesta por la Xunta de Galicia: más de 40 000 euros por infracción muy grave en materia de prevención de riesgos laborales. El tribunal desestimó la defensa de la empresa, que argumentaba que la responsabilidad recaía en la ganadera o en la veterinaria, al considerar que la evaluación de riesgos y los protocolos preventivos deberían haber estado claramente establecidos por la empresa. El fallo descartó que la causante del accidente fuera una imprudencia de la trabajadora,reconociendo que tenía formación e instrucciones en seguridad, y que su actuación se ajustó a los procedimientos habituales en ese tipo de campañas.
La magistrada destaca que la seguridad de los veterinarios no puede dejarse “al arbitrio de cada ganadero o de la valoración personal del trabajador”, y que la empresa debía haber previsto y documentado medidas concretas de inmovilización para cada explotación ganadera donde se realizan las pruebas.
Administraciones y empresas no acaban de entender los riesgos reales que asumen los/las veterinarios/as, sobre todo quienes trabajan a pie de campo, entre animales grandes, maquinaria y condiciones imprevisibles. Este reciente caso en Galicia ha dejado claro algo que desde los sindicatos llevamos tiempo diciendo: la profesión veterinaria es una profesión de riesgo, y las empresas deben asumir su parte de responsabilidad cuando no se garantiza la seguridad.
Quienes trabajan en campañas de saneamiento ganadero, mataderos o centros de recogida se enfrentan a animales grandes, situaciones imprevisibles, espacios reducidos o mal acondicionados y, muchas veces, sin los medios suficientes para garantizar su seguridad.
No hablamos de casos aislados. Son muchos los profesionales que sufren golpes, caídas o accidentes graves mientras cumplen con su labor. Pero pocas veces se reconoce que, detrás de cada accidente, hay una falta de prevención estructural.
En la Web:
- Una veterinaria sufre un accidente laboral y la justicia culpa a la empresa por fallos en prevención de riesgos https://www.diarioveterinario.com
